¿Alguna vez has estado contando los días mientras esperas que algo suceda? Me imagino que sí. Mi mamá me recordaba hace poco cómo yo tenía la costumbre de hacer un conteo regresivo hasta que llegaba el día en que tomábamos nuestras vacaciones anuales en una hermosa playa caribeña. Por supuesto, también recuerdo la emoción de contar los días para la ceremonia de bodas donde mi esposo y yo unimos nuestras vidas. Y hubo otro tiempo de dulce espera, cuando contaba los días para la llegada de cada uno de nuestros hijos. Este tipo de tiempo de espera se repite de diversas maneras en nuestras vidas tanto para circunstancias agradables como para otras que no lo son tanto.
El adviento también es conteo regresivo. La palabra adviento viene del latín adventus, que significa «llegada» o «venida». Se trata de una cuenta regresiva que comienza el último domingo de noviembre y se extiende hasta el 25 de diciembre, la fecha en que tradicionalmente celebramos la Navidad, el nacimiento o la primera venida de Cristo. Pero el adviento no solo se queda en la celebración de una fecha en el pasado, sino que también involucra una mirada expectante a la segunda venida de Cristo que todavía aguardamos.
Aunque el adviento tradicional incluye algunas prácticas que varían según la denominación y la liturgia, hay algo que todos celebraremos por igual: la venida de Cristo al mundo.
Durante esta temporada del año la tentación siempre estará en enfocarnos en todo lo demás: el ajetreo, las compras, los compromisos. Lamentablemente, Cristo «se nos pierde» entre tantas otras cosas durante un tiempo que se supone está dispuesto para celebrar su venida y regreso.
Quisiera invitarte a celebrar el adviento, aunque es muy posible que no lo hayas hecho antes y no sepas por dónde comenzar. Te propongo que tengamos un tiempo de gratitud y expectación, una celebración en cuenta regresiva en torno al motivo más sublime: el Salvador que vino y que vendrá.
Adviento es disponernos a celebrar la esperanza y la llegada de Jesucristo. Es la oportunidad para reflexionar por varios días alrededor de la reconciliación del ser humano con Dios a través de Cristo Jesús y el cumplimiento de la agenda salvadora del cielo en la Tierra. El adviento conmemora la venida del Salvador que cambió la historia y nos enfoca en aguardar con expectación la nueva era que vendrá con la llegada del Rey. Adviento es un período de tiempo que no podemos dejar pasar porque nos ayuda a celebrar el mayor de todos los milagros: Dios con nosotros. A veces la época navideña se nos hace demasiado familiar y olvidamos que el Dios eterno, infinito, inmutable e ilimitado bajó para compartir con lo efímero, mutable y limitado. Vino a nosotros para traer salvación y vida eterna. ¡Tenemos que celebrarlo!
Tomado de mi libro "Dios con nosotros". Conoce más sobre el libro aquí.
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